Por Lic. Aldana Neme y Lic. Blanca Fredes
“Un buen espacio es aquel donde convergen muchas y variadas energías y donde desaparece toda clasificación”
Peter Brook, La puerta abierta
En las últimas décadas hemos asistido a vertiginosos cambios históricos, políticos, económicos, y tecnológicos a nivel nacional y mundial. Con el nuevo auge tecnológico, se reconfiguraron los empleos clásicos, emergieron nuevas profesiones y en consecuencia, las habilidades que se requieren desarrollar para incorporarse y adaptarse activamente a estos nuevos espacios dinámicos, complejos, heterogéneos y difusos, son también novedosas. Es habitual encontrarnoscon trabajadores de organizaciones muy disímiles entre sí, que coinciden en la formulación de preguntas respecto de sus roles dentro de diversos grupos humanos:
¿Cómo participar de equipos de trabajo en los que la toma de decisiones es horizontal? ¿Es posible auto gestionar tiempos y tareas al mismo tiempo en que se está en coordinación con otros? ¿Cómo coordinar equipos desperdigados por todo el país y por distintas partes del mundo? ¿De qué modo madurar una respuesta de modo que no sea apresurada aunque tampoco se pierda la oportunidad de argumentación? ¿Cuál es el encuadre de contención laboral cuando ya casi no existen los límites físicos o de espacio y tiempo entre lo personal y lo laboral? ¿Acaso lo laboral no es personal?
Trabajos full time, free lance, asesorías, políticas de home office, trabajos por proyectos, otros. La dinámica del trabajo fue mutando de la mano de los cambios tecnológicos, de la creación de nuevas profesiones y en búsqueda de un mayor bienestar psicosocial para los equipos de trabajo.
Según Marta Nieto en “¿Sabes cuáles son las 10 habilidades para el futuro?”1 las aptitudes más demandadas para los trabajos del futuro serán: Solución de problemas complejos, Pensamiento crítico, Creatividad, Gestión de personas, Coordinación, Inteligencia emocional, Toma de decisiones, Orientación, Negociación y Flexibilidad cognitiva.
1 https://blogthinkbig.com/habilidades-futuro
Esto toma especial relevancia en el contexto formativo de nuestra carrera: “Técnico Superior en Psicología Social” ya qué la mayoría de estas habilidades se desarrollan en el campo de lo vincular. Es en el vínculo como unidad mínima de análisis para nuestra disciplina que estas habilidades se construyen dialécticamente, enmarcadas en procesos de aprendizajes vivenciales, corpóreos, afectivos. Plantearemos aquí entonces que el dispositivo por excelencia en el que estas habilidades se pueden desarrollar, es el Grupo Operativo. Es allí en el que se puede poner en crisis las propias estructuras subjetivas, abriendo el esquema referencial a nuevos modos de acción, reflexión y vinculación con otros. Es allí donde los grupos ensayan alternativas creativas para superar obstáculos complejos, coordinan esfuerzos, ejercitan la actitud crítica, negocian diversas modalidades operativas de abordar la tarea y flexibilizan sus modos de percibir el mundo.
A partir de ello, afirmamos que estas habilidades que requieren los empleos del futuro, son de orden vincular, nuestro campo disciplinar privilegiado. Podemos señalar que en definitiva, son aptitudes y actitudes psicosociales que en nuestra formación, se ejercitan en los tres años de la carrera: En el Grupo Operativo, en las tareas de observación, de investigación, en la salida al campo para coordinar grupos que se centrarán en una tarea, en la formación para trabajar con emergentes y en la inclusión rotativa en diversos equipos de trabajo heterogéneos, a lo largo de toda la carrera.
El desarrollo y análisis crítico de estas habilidades es un desafío para quienes se integran a campos de trabajo donde la complejidad en las estructuras vinculares se pone de manifiesto en forma permanente y en todas sus expresiones: en las estructuras de los roles, en los modos de abordar
(o no) una tarea, en aquello no dicho. Los Psicólogos Sociales motorizamos el desarrollo dialéctico de los equipos de trabajo para que creativamente puedan dinamizar la forma de percibir y comprender las emociones y los afectos que genera un trabajo, entendiendo al mismo como “la” tarea alrededor de la cual se conforma y desarrolla un grupo.
La tarea del Psicólogo social se extiende en la orientación de la toma de decisiones en organizaciones ya que las decisiones estratégicas no solo que definen el futuro de las mismas, sino de los conjuntos humanos que allí se desempeñen. El profesional Psico social posee las herramientas para motorizar el desarrollo de estrategias superadoras, creativas, mediante las cuales él y los grupos que acompañe, podrán tomar decisiones operativas. ¿Cómo lo hacemos? Mediante una investigación previa, la detección/jerarquización de problemas y la formulación de hipótesis que orienten las alternativas de acción. Los diagnósticos que construimos en las investigaciones exploratorias, además de referir a las estructuras organizacionales, son en definitiva, diagnósticos vinculares en el que podemos dar cuenta de cuán desarrolladas o no, están las habilidades que motorizan la dinámica de los grupos y que son consideradas fundamentales para los empleos del futuro.
Los Psicólogos Sociales somos promotores de estas habilidades, porque las hemos desarrollado en nuestros trayectos formativos, siempre en el campo de lo vincular. Un buen Coordinador de grupos, no solo tiene ejercitadas las mismas, sino que diseña estrategias creativas para promover su desarrollo en los conjuntos humanos que acompaña.
Una vez más, estamos convencidas de que nuestra modalidad formativa en el campo de la Psicología Social es instituyente y novedosa. Cuando este tema recién comienza a plantearse incipientemente en ámbitos académicos y organizacionales, para los Psicólogos Sociales forma parte de nuestra cotidianeidad, de nuestra órbita de formación y desempeño profesional.
La dimensión abarcativa de nuestra disciplina posiciona al profesional como parte importante de las innovaciones en el vasto campo laboral venidero.
En el campo instituyente de los empleos del futuro la Psicologia Social se erige como pilar básico y necesario en las habilidades laborales del futuro.
Celebremos la profesión.