Institución Educativa de Nivel Superior · DGEGP A-1389

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Repensando una experiencia

Alumna de Formación en Psicodrama y especialización en coordinación grupal: Op. en Psicología Social Marta Teresa Orfanó

Año 2000

«Drama es una palabra griega que significa acción o algo que sucede.
Psicodrama puede, por consiguiente, definirse como método que sondea el alma mediante la acción. La catarsis que provoca es una catarsis de acción.»
«Así describe Jacobo Levi Moreno al psicodrama en los comienzos del siglo pasado, y al comenzar éste, afirmamos no sólo su vigencia sino también su relevancia en las múltiples acciones de la vida cotidiana actual.»*
María Clara Podestá. «Psicodrama de itininerarios nómades». Diario campo grupal Nº 11

*Los resaltados en el texto son propios.

Dos años atrás cuando comencé esta Formación en psicodrama, muchas preguntas me inquietaban.
Hoy, en el momento de escribir este trabajo, algunas de ellas vuelven a mí.
¿Qué es el Psicodrama? ¿Es una técnica? ¿Yo, como psicóloga social, puedo incorporar el psicodrama como un instrumento más para coordinar un grupo?
Intentaré dar respuesta a estos interrogantes, no sé si lo logre. De todas formas el intento bien vale el esfuerzo.
De la abundante bibliografía, a veces sentida redundante, pero como pude comprobar necesaria, incluyendo aquello que mi curiosidad me llevó a agregar; y respondiendo a mi primera pregunta:
¿Qué es el psicodrama?
Me remito a esta frase de MARTÍNEZ BOUQUET en: «Psicodrama».
«El psicodrama es un procedimiento psicoterapéutico, generalmente grupal, que utiliza técnicas dramáticas (dramatización) -además de verbales- como medio expresivo, de comunicación, de exploración, de elaboración, de operación, etc.»
Llevando esto a mi rol de psicólogo social, puedo decir que el psicodrama es una técnica que utiliza diversos modos de expresión, ya sean verbales, gestuales, corporales, etc. Que permiten la elaboración de diversas situaciones grupales como conflictos y miedos, y que al ser trabajados en el grupo propician una mejor comunicación y operatividad grupal.
Si el psicodrama opera en lo grupal, entonces, es un instrumento más para el psicólogo social, que debe enfrentar situaciones de ansiedad tanto de los integrantes como propias, dentro del devenir grupal.
Dentro de un grupo circulan miedos y ansiedades.
Al enfrentarme, como integrante del grupo de psicodrama, con la posibilidad de llevar adelante el caldeamiento pude esperar y darme mis tiempos; sentir desde lo corporal cuáles eran mis necesidades, y así, relajarme. Junto con el grupo nos conectamos con sensaciones y sentimientos para realizar el trabajo de escenas posterior.
Recuerdo las palabras de KESSELMAN y PAVLOVSKY en: «Escenas temidas del coordinador de grupos»
«La escena dramática la usamos para sentir y compartir emociones emanadas de ella, para actuar «juegos» destinados a movilizar y para «corporizar» nuestras palabras y nuestros pensamientos. Sentimos, actuamos, pensamos y hablamos «en escenas», es un modo de trabajar y hasta de vivir y comunicarse».
Cada experiencia es sentida y transitada de diferente manera transformándose, entonces, en única e irrepetible.
Ante la pregunta de quién estaba dispuesto a dirigir la escena, mi respuesta fue rápida y sorpresiva, incluso para mí. Tuve la sensación de estar huyendo hacia delante, como suelo hacer cuando no me detengo a pensar, diría que actúo irreflexivamente. Sin embargo la vivencia fue agradable, casi de comodidad y placer.

El miedo y el deseo están así de cerca.
El coordinador de un grupo siempre está solo. Pero yo no sentí soledad, me acompañan modelos teóricos a los cuales puedo recurrir. Es como si llevara mi caudal de conocimientos en los bolsillos de mi vestimenta, son personajes que se hacen presente, los reconozco,vienen conmigo, están dispuestos a colaborar en todo momento. Me ayudan a esperar, a tolerar el caos, la frustración y los silencios, a trabajar con el imprevisto, a darle tiempo al grupo para procesar el aprendizaje, en una palabra a comprender sin apresuramientos, a reconocer emergentes, a tomarlos y trabajar con ellos.
Dice al respecto E. PAVLOVSKY en; «Sobre dos formas de comprender del coordinador grupal».
«El acompañamiento es un proceso consciente. Un recordar o evocar modelos conocidos, que me acompañan en la soledad. No estoy solo. Uno se siente seguro, entrenado».
Hay otra forma de comprender que se acerca a la confusión que experimenté momentos después, cuando trataba de dar forma a la escena y a sus personajes. Sensación de imágenes que se suceden, desordenadamente, en las que me abandono sin tratar de organizar, esperando, esperando. No sé qué espero. Intervengo, sugiero un cambio de roles. Una vez más. Comenzamos.
Lentamente las imágenes inconexas van tomando forma.
«Comienzo a percibir que el grupo se aproxima a ese estado mío. Parece que ese estado tuviera que ver con el ESTADO CREATIVO. Algo así como un estado lúdico espontáneo.»
Y siguiendo con las preguntas.
¿Qué es dramatizar?
Me responde nuevamente MARTÍNEZ BOUQUET, en «Psicodrama cuando y por qué dramatizar».
«Se entiende por dramatización la representación de escenas significativas para el paciente, a la manera de un teatro, cuyo argumento suele ser proporcionado por él y en el que interviene como actor.»
Se propone una escena.
El lugar: el hall de entrada de un cine, la puerta de la sala, la boletería, alguien sacando entradas,…y comenzamos.
Entran Mela y su novio en su primera salida.
María del Carmen le da letra a Raúl, que hace de novio.
» -¿Trajiste plata? Bueno dale pagá tu entrada que yo pago la mía.»
El novio intenta una, dos veces y termina pagando las dos entradas él.
Raúl no puede «dramatizar» el rol de novio, su realidad se filtra y «actúa» de Raúl. Tiene que dejar de ser Raúl por un momento y recurrir a algún personaje interno que se parezca al novio, de lo contrario hay actuación simbólica y no hay representación simbólica.
El director de escena pide una inversión de roles. María del Carmen hace de novio, y Raúl de Mela. Comenzamos otra vez, y luego de una nueva inversión de roles. Raúl dramatiza el rol de novio, y cada uno paga su entrada.
Nos dice EDUARDO PAVLOVSKY en: «Clínica grupal y concepción dramática de la escena».
«Porque lo dramático, lo que tiene como condición, es que se necesita cierta capacidad de introspección y no de desarrollo catártico. Hay una técnica que se puede aplicar en estos casos que es la inversión de roles».
De repente,… las palabras pierden importancia.
La escena se repite una y otra vez, siempre igual y siempre diferente.
Los soliloquios y los doblajes aportan diferentes visiones de la escena original, cual calidoscopio de colores con mil y un matices diferentes, y sin embargo la misma.
Los colores, originales y diferentes; los sentimientos primeros, transformados y todavía conservando una sombra de la primera escena.
Calidoscopio de colores, rizoma en flor.
El grupo juega escenas espontáneamente, escenas diferentes que remiten a otros significantes. No son una metáfora de la escena elegida y dramatizada por el grupo. Son algo distinto, son creación..
El protagonista, quien presta la escena, transita por los distintos personajes que la conforman, vivencia distintos lugares, distintos sentires. Ve su escena prestada transformada, diferente, ve otras escenas, la suya se pierde en las multiplicaciones. Y crece y se transforma, multiplicación sobre multiplicación.
Referente a la multiplicación nos dicen KESSELMAN y PAVLOVSKY en: «La multiplicación dramática»
«Una multiplicación de una escena original (perdida) da orígen a una multiplicación de otra multiplicación que da lugar a una serie de otras multiplicaciones que crecen de ellas mismas, no siempre de la primer escena original, sino de ellas mismas.(…) Desaparece la noción de HISTORIA. Son HISTORIAS y son rizomáticas. Todo el desarrollo es rizomático (multiplicación de multiplicación de multiplicaciones)».
La repetición da paso a la creatividad, no hay una escena escrita, hay una escena dramatizada donde se «juegan» personajes del grupo interno. El director, el protagonista, los personajes, la estructura dramática, todo está presente en la escena. «Jugar el rol» implica vivir el proceso de creación, y esto exige de cada uno un reaprendizaje de las formas de interrelación con los demás.
En los doblajes, el protagonista recibe de los demás integrantes, distintas posibilidades de repensar y aprender.
La multiplicidad es caótica, desordenada y azarosa. Un integrante del grupo de psicodrama dice:
«Pero uds. qué hacían? Yo no entiendo. Qué quieren decir. Qué hacías yendo de uno a otro. Eso qué tiene que ver con el principio «.
La creatividad permite la producción de nuevas escenas a partir de lo que resuena en cada integrante. Algo propio aflora desde la subjetividad de cada uno, en ese aquí y ahora del trabajo psicodramático, produciendo nuevas escenas sobre las raíces dramáticas de otra multiplicación, olvidando por un momento la escena original. Surge otra escena diferente y sin embargo relacionada con la escena original.
Y sobre la creatividad KESSELMAN Y PAVLOVSKY dicen en: «La multiplicación dramática».
«La creatividad en las multiplicaciones es que una nueva multiplicación puede generarse sobre una de las raíces dramáticas de otra multiplicación y no ya sobre la original. La multiplicidad es caótica desordenada y azarosa, y por eso, rigurosa, seriada, y explicativa de la heterogeneidad real.»
Hay que dejarse llevar por el caos, el desorden, el azar, esperar, observar las secuencias de escenas, seguir el hilo de las asociaciones. El coordinador debe dar ese salto al vacío, al espacio abierto de la creación.

Hoja en blanco, creación en ciernes.
Estructura de demora, tolerancia a la frustración de no entender, espera, creacion.
«La curación es el estado creativo que se instala en el grupo y que produce las multiplicaciones como flujo de escenas (que es posible que retornen como múltiples sentidos).»
Desarrollo de una reunión de psicodrama

Vamos llegando de a una o en pequeños grupos. Al sacarnos los zapatos liberamos nuestros pies y nuestras emociones. Nos sentamos cómodamente en el suelo y comenzamos la reunión,
Primero la lectura de crónicas sobre la clase pasada. Hacemos un recorrido por nuestras vivencias y aportamos al grupo nuestro sentir.
El coordinador toma un emergente que será el tema a trabajar.
Comienza entonces el caldeamiento. Su objetivo es llevar a los integrantes a un clima o estado de ánimo que les permita dejar de lado el contexto social y personal por un momento. Un buen caldeamiento baja temores, verguenzas, inhibiciones. Al romper con los estereotipos facilita el encuentro de cada uno con su cuerpo y con los demás.
El caldeamiento, calienta el cuerpo y sintoniza al grupo en la frecuencia lúdica.
A continuación un juego o una ensoñación nos pone en contacto con distintas escenas, momentos reales o imaginarios. Capturamos una escena y le damos forma y acción a sus personajes, tratando de recordar el mayor número de detalles.
A veces formamos grupos y en base a la escena que aporta cada uno se arma otra para dramatizar ante los demás. Otras veces cuenta cada uno la escena capturada y se elige entre todos una para dramatizar, previo consentimiento del protagonista, o dueño de la escena que decide si la presta o no.
No se explica lo que acontece, se relata la acción, qué se dice y qué se hace.
El protagonista elige a los integrantes para los distintos roles, de acuerdo a su característica física, a su forma de ser, o simplemente porque le parece que es el indicado para ese personaje. Los integrantes que no intervienen en la escena serán observadores.
Se dramatiza la escena, se busca que el protagonista vivencie la acción desde distintos lugares, poniéndose en la piel y en el sentir del otro. A cada intercambio de roles se pide un soliloquio que ayude a conectarse con los sentimientos y las emociones.

Alegría, bronca, tristeza, dolor, angustia, vergüenza, miedo, satisfacción, deseo.
Conectarnos con nuestros sentimientos y expresarlos nos cuesta a todos. De alguna forma, a quien más a quien menos, nos enseñaron a esconderlos, a disfrazarlos, a desconocerlos.
Llega entonces el momento de los doblajes. Cada uno, observadores y personajes, aporta diferentes visiones de lo acontecido, apuntando a lo implícito, a lo que no se dijo, a lo silenciado, tratando de mostrar el sesgo diferente enriqueciendo a los personajes con lo percibido desde su sentir. Se enriquecen así personajes y personas.
Y ahora, a multiplicar. Es el momento del despliegue rizomático, de poner en escena las imágenes que se agolpan en nuestra mente.
Perdemos noción del tiempo y sin notarlo, llegamos a la reflexión final, decimos cómo nos sentimos en los distintos momentos, qué nos pareció lo que vimos.
Se acabó el juego, nos despedimos hasta la próxima reunión con esta incomparable sensación de alegría y plenitud, que nos acompañará durante una semana, ayudándonos a pensar, a reflexionar, a promover cambios de actitud, a vivir mejor con nosotros mismos.
Las crónicas de la próxima semana darán cuenta de lo aprendido hoy.

Conclusión

Vínculos establecidos en el pasado marcan nuestras relaciones presentes. Una conducta se estereotipa y su repetición deviene patológica porque es difícil cambiar aquello que en el pasado fue operativo.
Sólo nuevas experiencias, que demuestren no ser catastróficas, actuando como correctoras permitirán promover cambios y modificar actitudes.
Pero modificar estas conductas no es tan fácil como parece, hacerlo en el entorno laboral o familiar puede significar riesgos, que llevarían a la pérdida de afectos y/o posiciones.
Por qué no probar entonces, en un entorno confiable, aunque menos significativo, donde no importa lo que pueda suceder sus integrantes seguirán comunicándose.
Un ámbito donde el probar conductas nuevas sea tolerable, donde podamos cambiar modos de ver y de vivir, cambiar las cosas y cambiar nosotros mismos.
Qué mejor entonces, que un grupo de aprendizaje donde sus integrantes estén dispuestos a aprender nuevas formas de relación, de comunicación y de pensamiento. Donde el jugar, el ponernos en contacto con nuestro cuerpo, emociones y sentimientos, sea preponderante. El juego implica confianza y compromete al cuerpo, la esencia del juego es satisfactoria y contiene elementos placenteros.
Un lugar donde el jugar recupere el valor que tenía cuando éramos niños, poder entrar y salir de diversas situaciones que nos permitan elaborar y reparar experiencias
La ilusión del juego nos permite reunir objetos y fenómenos de la realidad exterior para ponerlos al servicio de la realidad personal.
Para modificar es necesario hacer cosas, no alcanza con pensar o desear, para modificar hay que atravesar un cierto sufrimiento, y lleva tiempo incorporar esos cambios. Por qué no darnos la posibilidad de atravesar los cambios jugando. ¿Por qué no jugar y hacer al mismo tiempo?.

Bibliografía:

KESSELMAN, PAVLOVSKY, FRYDLEWSKY:
Las escenas temidas del coordinador de grupos. Ed. Búsqueda. 1996.
La obra abierta de Umberto Eco y la multiplicidad dramática.
KESSELMAN Y PAVLOVSKY:
La multiplicación dramática. Ed. Ayllu 1996.
Espacios y creatividad. Ed. Ayllu 1997.
PAVLOVSKY E.:
Clínica grupal 1. Ed. Búsqueda. 1980.
Caps. Psicodrama.
Una experiencia de psicoterapia grupal.
La interpretación dramática.
MARTINEZ BOUQUET, MOCCIO Y PAVLOVSKY:
¿Cuándo y por qué dramatizar?. Ed. Búsqueda. 1980
PAVLOVSKY Y FRYDLEWSKY:
Lo grupal 1. Ed. Búsqueda. 1991.
Caps. Sobre dos fromas de comprender del coordinador grupal.
MARTINEZ BOUQUET:
Lo dramático. Teoría de la escena.
WINNICOTT D.:
Realidad y juego. Ed. Gedisa.
Caps. 1,2,3,4 y 5.
EVANS S. y SMOLOVICH:
Problemas en la coordinación de escenas en psicodrama (ficha).
La formación en psicodrama psicoanalítico grupal (ficha).
PAVSLOVSKY E.:
Clínica grupal y concepción de la escena (ficha).
Resistencias del director de psicodrama (ficha).
DEL CUETO ANA MARIA:
Formación de coordinadores de grupo en psicodrama psocoanalítico grupal (ficha).
LINDEMAN I.:
La escena de la escena (ficha).

 

Bibliografía consultada:

 

PAVLOVSKY y KESSELMAN:
La resonancia. El radar emocional. Revista Psicologías Año l, Nº2. 1991
PAVLOVSKY:
Lo grupal 4. Ed. Búsqueda. 1986
Caps. Creatividad en los grupos terapéuticos.
Psicodrama y proceso creador.
PAVLOVSKY, KESSELMAN y DE BRASI:
Escenas multiplicidad. Ed. Búsqueda.1996.
CRISTIANI R.(ficha):
La multiplicidad como propuesta.

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