En un análisis desde la Psicología Social de Enrique Pichon Rivière creemos que este espíritu emprendedor deviene de la originaria masividad y heterogeneidad de los inmigrantes europeos que conformaron nuestra subjetividad desde fines del siglo IXX y principios del siglo XX. La necesidad cotidiana de convivir y congeniar con sujetos de diversas culturas, modos y hábitos de conducta produjo una subjetividad de características flexibles y abiertas a los cambios e innovaciones. Todo lo nuevo nos despierta curiosidad, salvo que provenga de sectores empobrecidos de nuestra sociedad. No tenemos prejuicios frente al extranjero excepto que lo signifiquemos como pobre. El único prejuicio arraigado en nuestro país es al económicamente pobre y atraviesa todos los ámbitos: el de la cotidianidad, la justicia, el aparato represivo, la educación, etc… en nuestra sociedad, hay otras “pobrezas” más ruines que la económica.

En general nos aprecian en el exterior por el espíritu innovador y resolutivo del perfil argentino. Una periodista de la BBC de Londres, me contaba, durante un reportaje, que la apreciaban porque “you think out of the box” (pensas fuera de la caja). Tenía un pensamiento creativo, divergente frente a una lógica habitual de sus colegas.

En la crisis 2001-2002 se convocaron asambleas populares, se creó el Club del Trueque, se abrieron infinidad de comedores populares, copas de leche para niños, surgieron los cartoneros, se constituyeron muchísimas cooperativas, asociaciones civiles intentando dar respuesta a múltiples necesidades emergentes de la crisis. Los emprendimientos personales tenían un fuerte sentido de solidaridad social y resolución colectiva de las problemáticas sociales.

En un reportaje a un Director de teatro español, éste decía: “vivo en la Argentina porque éste es el único lugar que yo conozco donde se juntan cuatro amigos, en un bar y alguien dice:

– ¿Qué les parece si montamos una obra de teatro? Tengo una fantástica obra …. etc… etc.
– Dale, yo conozco a alguien que tiene una sala y le puede interesar invertir.
– Si no, en mi casa hay un Garaje que lo podemos acondicionar.
– Yo conozco un periodista que nos puede dar una mano …
y la obra se monta, se estrena y tiene un público que le responde dice el español. En España para hacer una obra hay que ir y convencer primero a un Productor luego a un Director de teatro, ver como vienen la temporada, que fechas libres hay etc. etc. Está todo muy reglado y uno no se puede salir de eso”

A través de estas experiencias se puede constatar como los agrupamientos facilitan el surgimiento de emprendimientos y de emprendedores. Se trata de un recurso vital que devuelve la dignidad del trabajo y los proyectos que permitan hacerle frente a la crisis. En estas circunstancias la posibilidad de operatividad que poseen los grupos se hace evidente.