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Fútbol: «Entre la ilusión y la realidad»

Carla Romina Avila, Gladys Graciela Pardo Arias y Marcela Claudia Vidal

Año 2000

¿Por qué elegimos el tema?

A partir de las gestiones iniciadas por cada integrante del equipo ante el Servicio de Violencia Familiar de la Policía Federal, el Servicio de Paz y Justicia y el Quilmes Atlético Club, se comenzó a evaluar las posibilidades ciertas que cada una de estas organizaciones nos brindaban para la realización de un trabajo de intervención que debía llevarse a cabo en un plazo muy inmediato. Como resultado de esto, acordamos que el Quilmes Atlético Club era el que se presentaba como más viable en este sentido. Pudimos ver en los jugadores de las divisiones inferiores, una posibilidad para nuestro trabajo.
Pensamos que la temática a abordar en ese ámbito sería interesante, a la vez que original. Tratándose de una organización cuya lógica gira en torno al fútbol, ver de qué manera juega esto en un grupo de adolescentes que interactúan dentro de ella nos resultó además, atrayente.

Diagnóstico

Partiendo de entrevistas hechas con diferentes personas representativas del Club, surge la información de que las divisiones inferiores están integradas, en parte por jugadores de diversos puntos del país. Estos son seleccionados por dirigentes, traídos a Buenos Aires y alojados en la pensión que la organización posee, convirtiéndose ésta en su hogar transitorio mientras dura su paso por el Club. (Ver Anexo A)
El objetivo de los dirigentes al viajar a los Clubes del Interior en busca de jóvenes jugadores, es formar un semillero del que puedan luego surgir figuras para integrar al equipo de primera división.
Encuadrados por una misma pasión, el fútbol, y un mismo proyecto, ser jugador profesional, podríamos decir que una historia común también encuadra a estos jóvenes: la toma de conciencia de las escasas oportunidades que su entorno les ofrece para el logro de su proyecto, y la aceptación de dejar atrás familia y afectos para venir a la gran ciudad en pos de su objetivo.
El rango de edad de los jugadores está comprendido entre los 13 y los 21 años. Si dentro de este lapso no son contratados profesionalmente, quedan libres, por lo cual el Club deja de ejercer responsabilidad sobre ellos. Esta desvinculación incluye el abandono de la pensión por parte de los jóvenes. En la mayoría de ellos, la actividad durante este período de sus vidas se centra en entrenamientos, charlas técnicas y partidos. Sólo un mínimo porcentaje continúa con los estudios iniciados en su ciudad natal.
No obtener el contrato profesional como jugadores de fútbol, no sólo significa para ellos el fracaso de su principal proyecto, sino también el encuentro con la realidad que a partir de ese momento se les impone: la falta de instrumentación para la realización de otras actividades y la planificación de una vida futura, fuera de ese ámbito.

Hipótesis

Los jugadores del Sub 19 del Quilmes Atlético Club que provienen del interior del país, atraviesan una situación de crisis por no saber si van a obtener el contrato profesional para continuar su carrera de futbolistas.

Objetivo general

· Promover en este grupo de jóvenes la búsqueda de otros proyectos, si no lograran ser contratados.

Objetivos específicos

· Que cada integrante pueda visualizarse protagonista de su historia, pudiendo articular pasado, presente y futuro.
· Impulsar en el grupo la resignificación de la situación de crisis por la que están atravesando.
· Motivar en los jóvenes la posibilidad de pensarse realizando otras actividades fuera del ámbito futbolístico

Marco Teórico

En casi todas las civilizaciones se encuentran antecedentes históricos de juegos de pelota. Esta «adquiere un carácter fascinante ligado a la perfección de su recorrido y a la incertidumbre que abre su caída, en contraste con la euforia que produce su ascenso».
Freud sostiene que el juego en el niño, no sólo sirve para repetir situaciones placenteras, sino también para elaborar aquellas que le resultaron dolorosas. Por eso la fundamental importancia para su desarrollo. Pero esta actividad no es privativa del niño. El adulto también juega, manifestando sus fantasías, con lo cual, el juego en el adulto, también constituye una descarga.
Fueron los ingleses los que organizaron algunos de aquellos primitivos juegos naciendo así como deportes el rugby y el fútbol. Este llega a la Argentina en 1860, de la mano de los marineros ingleses, quienes en ese momento ignoraban que estaban dando inicio a un nuevo paradigma en la historia del deporte argentino. En esa época, los sectores populares y criollos practicaban pelota vasca, mientras que los sectores acomodados se dedicaban a la esgrima. Es a partir de esta realidad, que podemos entender la resistencia generada en ambos sectores frente a este nuevo y desconocido deporte. En un principio, muy pobre en el aspecto táctico y técnico, así como en su reglamentación, sólo era practicado por los trabajadores. La particular resonancia que tuvo en la comunidad británica, especialmente en los sectores burgueses permitió su difusión en escuelas privadas, hasta que en 1900 se declara obligatorio este deporte, como parte del programa de enseñanza.
Creemos que está de más aclarar que con el pasar del tiempo, el fútbol se convirtió en el juego más popular a nivel mundial, pero nos parece oportuno el aporte de algunos datos recabados en 1998:
La Federación Internacional de Asociaciones de Fútbol – FIFA – nuclea a 200 países, una cifra que no alcanza a la Organización de las Naciones Unidas – ONU -, con 185, la Cruz Roja Internacional, con 164, o la Organización Internacional del Trabajo – OIT -, con 100 países.
Ni la política, ni la salud, ni la educación, ni el empleo, parecen estar en condiciones de organizar a los países con tanta potencia como la institución futbolística. ¿Qué es lo que produce que una institución pueda tener tanto poder en el mundo?. En declaraciones hechas por Joao Havelange, presidente de la FIFA entre 1974 y 1998, dice, «El fútbol es un producto, que me voy a dedicar a vender». Explica que la FIFA genera trabajo para 250 millones de personas en todo el planeta. Es como si siete países con la misma población que la Argentina tuvieran pleno empleo, dedicándose sólo a la industria de la pelota. En los días en los que el fin del trabajo es más que un pronóstico, el fútbol multiplica ocupaciones y oficios. Pero no se trata sólo de una paradoja en lo laboral. El fútbol, como ya lo explicamos al comienzo de nuestro trabajo, es en origen y esencia un juego; y en este plano las cantidades se cargan cada vez más de ceros. Unos doscientos millones de personas lo practican, y la Final de un Mundial de Fútbol se ha convertido en el acontecimiento que más personas miran a un solo tiempo en la historia de la humanidad, lo que le confiere a este deporte un carácter de ritual a través de la ceremonia que gira alrededor de un partido. En ese encuentro entre jugadores y espectadores se produce la ceremonia que da lugar a lo mágico y a lo catártico. Particularmente en la historia de nuestro país, la realización y conquista del Mundial «78 fue uno de los objetivos que persiguieron los militares en su afán por perpetuarse en el poder. Se logró en ese momento que la mayoría de los argentinos vivieran una realidad de euforia, ignorando la otra realidad, llena de sombras y muerte. El instrumento utilizado fue el Fútbol. (Ver Anexo B)
Si buscamos en el diccionario la palabra deporte, encontramos como definición: «Actividad recreativa, con predominio del ejercicio físico, sujeta a determinadas reglas». Pareciera que esta definición que encuadra al deporte en general, no siempre se ajusta de manera exacta cuando nos referimos al fútbol o, por lo menos, cuando pretendemos ahondar en su análisis institucional. Dante Panzeri, periodista deportivo, dice: – «Para ser serio, el fútbol tiene que ser un juego. El deporte es siempre un juego, si deja de ser un juego, también deja de ser deporte»-. Por todo lo expuesto, pareciera que muchas veces es sólo el instrumento por medio del cual se logran objetivos encuadrados en intereses económicos o políticos. Pocas cosas están casi todo el tiempo en casi todas las partes: el amor, el odio, el deseo, la injusticia, la luz, el hambre. También el fútbol. El mundo es redondo. La pelota también. No sólo en la forma hay coincidencia. Pareciera que en el fondo, en las puertas del siglo XXI, el mundo y el fútbol son casi la misma cosa. (Ver Anexo C)
El Quilmes Atlético Club, fundado en 1887 fue el primer afiliado a la Asociación del Fútbol Argentino, por lo cual es considerado el decano de esta disciplina deportiva en nuestro país. Dirigenciado por personalidades allegadas a él, por lo general vecinos, fue sostenido con la energía enfocada al reconocimiento social y deportivo del club. Sabemos que el cambio social es el resultado de la dialéctica entre instituido – instituyente. Esta organización quilmeña no pudo escapar a la fuerza instituyente que terminó por ligar al fútbol, más que al deporte, al comercio del espectáculo futbolístico. Como consecuencia de esto, los dirigentes comenzaron a surgir de las canteras empresariales. Desde 1999, el Quilmes Atlético Club pertenece al grupo EXXEL, por lo cual su funcionamiento obedece a los intereses que determinan la lógica de toda empresa privada. Como vemos, las instituciones atraviesan las organizaciones, y esta relación es de determinación recíproca. El reconocimiento de la racionalidad dominante en una determinada organización, su jerarquía de valores, su lógica y sus objetivos, es requisito indispensable para entender la conflictiva que se presenta en los grupos de sujetos que allí interactúan.
-«Ser jugador de fútbol profesional es mi meta. Hacer lo que me gusta y vivir de esto.»- dice un integrante del grupo. Nos remitimos a un tema fundamental, que es entender qué significa ser un jugador de fútbol. Aquí se conjugan vocación y profesión. Como consecuencia del profesionalismo, este juego de pelota se ha convertido en un oficio rentable. Ya ser un jugador amateur trae aparejado un impulso adquisitivo que apunta hacia el poder y el prestigio. En todo sujeto existe la necesidad de afiliación a algún grupo; el sentimiento de pertenencia brinda seguridad y sostén, y se convierte a la vez en grupo de referencia. Esto se pone de manifiesto en este grupo. A partir de la institución que los nuclea, están en esta organización después de haber sido seleccionados en otros equipos de clubes pertenecientes a sus lugares de origen. Esto implica que el juego para estos jóvenes no sólo funciona como descarga, sino que se convirtió en un campo de aprendizaje. El grupo se convierte así en el ámbito ideal para desarrollar actitudes como la pertenencia, la cooperación y el aprendizaje. La direccionalidad es la conformación de un equipo de fútbol. El grupo habla de entrenar, de jugar, del prestigio que significa pertenecer a este club, y de la responsabilidad que le genera el sostenimiento de este prestigio, aunque sea formando parte de las divisiones inferiores. Nos cuentan el placer que sienten cuando hay mucho público durante sus partidos. Se sienten presionados y a la vez acompañados. La acción de jugar es vivida por ellos con un sentimiento de tensión y alegría. En todo juego deportivo hay, además, cierto grado de incertidumbre, que tiene que ver con el resultado y con el rendimiento demostrado a través de la destreza y la habilidad. Siempre «algo está en juego». Para este grupo de jóvenes el resultado y el rendimiento de cada partido, les significa el alejamiento o el acercamiento al logro del contrato profesional. Entrenan todos los días y reciben charlas técnicas, con lo cual vemos que existe una planificación de la tarea a cumplir. Nos es necesario mencionar lo trabajado por George Mead: el jugador al mismo tiempo que internaliza los miembros de su equipo, realiza lo mismo con el equipo contrario, «el otro generalizado». El partido se juega primero en la cancha interna y luego en la externa. Por lo tanto, comienza a jugarse antes de entrar al campo, porque en esta cancha interna, con tanteos, el jugador configura una estrategia y una táctica para operar, es decir, jugar. Podemos afirmar entonces, que este grupo constituye un equipo operativo. Un jugador puede tomar la actitud del otro, jugar el rol de ese otro, conocer al otro y saber de sus posibilidades en el campo de juego..
Al manifestar cuales serían las ventajas obtenidas en caso de no lograr el contrato, uno de los jóvenes dice: -«volver con mi familia»-. El resto del grupo adhiere. Varias veces dicen: -«somos una familia»- Aquí podemos relacionar grupo y familia. Estos jóvenes se reúnen en «constantes de tiempo y espacio, articulados por la mutua representación interna, que se proponen una tarea»: jugar al fútbol. En la familia, el vínculo es el parentesco, la tarea es la socialización. Es la institución destinada al desarrollo y constitución de identidad de todo sujeto, y actúa de intermediario entre éste y la sociedad, por eso aparece como lugar de determinación y sujeción. ¿Será por esto que este grupo se siente una familia?. Estos jóvenes necesitan apoyo y contención. La familia de cada uno de ellos vive en su lugar de origen, lejos de Quilmes, y ellos extrañan. Reconociendo en la convivencia en la pensión situaciones cotidianas que bien podrían reflejar alguna situación familiar, suplen en parte, esa falta. ¿Qué determina en este grupo de adolescentes que la organización familiar aparezca idealizada?. En el proceso de individuación, que es la adolescencia, hay un paulatino despegue de lo familiar infantil, para entrar en lo social adulto. Este es el período que están atravesando estos jóvenes. A esta situación concreta se suma el hecho de que frente a situaciones de cambio el sujeto puede utilizar su organización familiar defensivamente, idealizarla o extrañarla melancólicamente.
Teniendo en cuenta que estos jóvenes forman parte del último grupo en edad de obtener el contrato como jugadores profesionales, podemos ver lo que este límite cercano genera en ellos. Hay reacciones de tensión, sensación de fracaso y de haber perdido el tiempo si este objetivo no fuera alcanzado. ¡Son muy pocos los que llegan!, nos comentan; mostrándose plenamente conscientes de la realidad.
Sin embargo, durante la intervención, el grupo habla fluidamente de las vivencias pasadas y presentes; pueden elaborar estrategias y tácticas para situaciones futuras (proyecto de vida); se posicionan haciendo otras actividades (estudio y profesiones); se reconocen frente a nuevos marcos referenciales, y mediante el juego, articulan el sentir, el pensar y el hacer. «Atravesada la crisis, sobreviene el cambio», esa fue la respuesta que nos brinda el grupo. No quedan entrampados en la angustia y la incertidumbre. Todo el tiempo dan cuenta de la desestructuración y reestructuración y del alto grado de creatividad para operar ante situaciones nuevas. La flexibilidad en su esquema referencial hace que esto sea posible, y la curiosidad funciona como motor para acceder a lo nuevo.

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